
Empresa multinacional británica que manufactura bienes de consumo masivo en distintos segmentos para el cuidado del hogar, la higiene y la salud.

En el abarrotado pasillo de los productos de limpieza del hogar, destacar ya no depende únicamente de la ubicación o la promoción: se trata de experiencia, visibilidad y conexión significativa.Para Lysol, una marca de desinfectantes bajo el paraguas de Reckitt Benckiser, esto implicó un replanteamiento audaz del entorno de exhibición en tienda.En colaboración con AIM Worldwide, el proyecto SmartShelf ofreció una solución tangible: una “cabecera inteligente” capaz de atraer miradas y traducirse en resultados medibles.
La división de higiene de Reckitt —que incluye Lysol— opera en un entorno sumamente competitivo, marcado por la comoditización y el lanzamiento constante de nuevos productos.
Según informes corporativos, el área de higiene experimentó crecimientos de doble dígito en la mayoría de los mercados durante 2020, impulsada especialmente por Lysol y Dettol (Reckitt, 2020).
Pero el crecimiento no garantiza dominancia en el anaquel: Lysol necesitaba una forma novedosa de sobresalir visualmente frente a la competencia (AIM Worldwide, s.f.).
Durante la pandemia, el propio CEO de Reckitt, Laxman Narasimhan, resumió el nuevo paradigma:
“En algunas industrias veremos una depuración, donde las empresas que ganen serán aquellas que comprendan verdaderamente a los consumidores.” (Narasimhan, 2020)
Esa reflexión se convirtió en el punto de partida: transformar la compra de un desinfectante en una experiencia de marca que educa y conecta en el punto de venta.


AIM Worldwide diseñó e instaló cabeceras inteligentes para Lysol en canales tradicionales.
Estas estructuras no solo exhibían producto: creaban un escenario visual distintivo, reforzaban la presencia de marca y generaban awareness mediante una ejecución de marketing experiencial.
Características clave de la solución:
Así, SmartShelf redefinió el papel del exhibidor: pasó de ser un contenedor pasivo a convertirse en un amplificador activo de marca.
Aunque los resultados cuantitativos específicos no se publicaron, el impacto cualitativo fue evidente: Lysol se volvió imposible de ignorar en el anaquel.
Según AIM Worldwide, la cabecera “impulsó las ventas y estableció su lugar en el estante”.
A nivel global, la división de higiene de Reckitt —con Lysol como marca insignia— registró un crecimiento orgánico del +19,5 % en el tercer trimestre de 2020 (Reckitt, 2020), evidenciando que uso y visibilidad crecen en conjunto.
El propio Narasimhan destacó el avance estratégico:
“Estamos logrando un fuerte progreso al integrar nuestro Propósito, nuestra Lucha y nuestra Brújula en la cultura… y al liberar todo el potencial de Lysol y Dettol.” (Reckitt Benckiser, 2020)
Este caso confirma que una activación en punto de venta puede ser una palanca estratégica, no solo una táctica comercial.
El proyecto SmartShelf-Lysol deja cuatro lecciones clave para marcas y minoristas:
El caso Lysol-SmartShelf de AIM Worldwide demuestra que las inversiones estructurales en retail pueden generar valor estratégico de marca.
Lysol no solo ocupó espacio: lo dominó.
El proyecto confirma que una exhibición que existe no es tan valiosa como una que informa, inspira y provoca acción.
En categorías saturadas, la lección es contundente: no basta con estar presente, hay que ser inolvidable.
Cuando una marca como Lysol pasa de ser un producto funcional a convertirse en una conversación dentro del anaquel —impulsada por un diseño inteligente— logra la diferencia entre ser una más y ser la elegida.
Revisa nuestra sección de exhibidores para saber más sobre nuestros smart smartshelves.